Un hombre británico de 80 años acaba de recuperar su coche después de haberlo perdido hace tres años. Lo aparcó en un centro comercial y nunca llegó a encontrarlo. Grande fue su sorpresa al descubrirlo, mucho más al ver la deuda que había acumulado con el aparcamiento.
Según relata el Daily Mail, Gerald Sanctuary, efectado por demencia senil, salió una tarde de mayo de 2008 a hacer unas compras. Conducía un Honda gris metalizado que aparcó en un centro comercial. Después de recorrer algunas tiendas, entre ellas la farmacia, volvió a buscar su coche pero ya no estaba.
Por más que recorrió la zona donde estaba comprando no lograba recordar dónde había dejado el vehículo. Desesperado decidió volver a casa para solicitar la ayuda de sus hijos. Pero ni siquiera estos lograron encontrarlo. Dieron tantas vueltas sin éxito que sacaron la conclusión de que el coche se lo habían robado.
La pasada Navidad saltó la sorpresa: en uno de los paseos que los trabajadores del aparcamiento de St. Albans se dan por las plantas, se dieron cuenta de que uno de los coches había acumulado mucho polvo. Decidió avisar a la policía quien no tuvo que buscar mucho para dar con el dueño. Gerald acudió rápidamente a buscarlo y allí estaba, en el mismo sitio donde lo dejó tres años antes, con todas sus pertenencias dentro, incluida una tarjeta de crédito que se había dejado sobre el salpicadero.
El otro susto
Y claro, a continuación venía un nuevo susto. A diez euros por día, Gerald tenía una deuda acumulada en todos estos meses de 17.000 euros. Menos mal que la National Car Parks, dueña del aparcamiento, ha decidido hacer la vista gorda y no aguarle la sorprensa al anciano
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